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Mostrando entradas de septiembre, 2017

La salud, un tema delicado de los chiquitines.

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He querido dedicar mis últimos dos posts a las responsabilidades de uno como padre de un chiquitín. A diferencia de los seres humanos, ellos son algo más estoicos, es decir que es difícil que ellos se quejen fácilmente de alguna dolencia. Es así que al convivir diariamente con ellos logramos desarrollar una manera de identificar los cambios de humor, de temperamento o de sus rutinas normales; esto es una bandera roja de que algo está mal con nuestro chiquitín. La falta de apetito es síntoma de posibles enfermedades estomacales Cada raza en particular tiene una tendencia de padecer de algo que termina siendo característico de su raza, en el caso de mis chiquitines, los schnauzer tienden a sufrir mucho de la piel y de problemas estomacales. En el caso de Tyler, al tener aproximadamente un año y medio sufrió lo que la veterinaria que tenía en ese entonces me dijo: Acné juvenil. No se rían, pero es cierto. Resulta que tuvo una erupción en la piel que era casi imperceptible a la vi

¿ Y cómo debo alimentarlos ?

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Para el momento en que tuve a Tyler (de apenas 2 meses y medio) todo lo que me decían y veía en artículos era: acostumbra a tu perro a comer comida sólo para perros, las llamadas croquetas, comidas sólidas, etc. Según las fuentes que tenía en ese momento lo más recomendable era darles ese tipo de comida ya que tenían todos los nutrientes y estaban diseñadas para las necesidades de tu mascota, si eran cachorros, madres preñadas, madres lactantes, adultos, con problemas renales, de corazón y pare de contar. Tengo que aceptar que, en el caso de Tyler, el creció con este tipo de comida procesada. Él siempre ha tenido una personalidad muy característica y tuve que probar varias marcas hasta que el decidiera cuál era la que más le gustaba. Tuve mucha suerte con Tyler en muchos aspectos, en el caso de la comida no era de los perros que si les dabas una cantidad gigante de comida se comía de una vez toda: Tyler se satisfacía rápidamente y la comida que sobraba se la comía durante el día o

De las responsabilidades de ser padre de un Barbudo...

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Creo que nunca me cansaré de decir lo feliz que me hace estar rodeado de mis dos compañeros inseparables, de la felicidad que me dan, de lo mucho que dan sin pedir nada a cambio. Pero la realidad es que tener mascotas, cualquiera que sea, va más allá de tenerlos como compañía. Ellos tienen necesidades que deben ser cubiertas, necesidades no sólo físicas sino emocionales. Es fácil enamorarse de una mascota, sobretodo si son cachorros porque son tan indefensos, tan adorables que lo primero que uno quiere es llevarse a todos a su casa, sin embargo cuando la realidad golpea es donde comienzan a verse la cantidad de perros abandonados o maltratados. Es por eso que cuando tomamos la decisión de tener una mascota debemos estar conscientes de muchas cosas, como por ejemplo: El tipo de mascota que estas eligiendo (cada mascota tiene necesidades diferentes de alimentación, cuidados, atención, etc…) mi estilo de vida, “¿Viajo mucho? ¿Trabajo largas horas? ¿Vivo solo o acompañado? ¿Tengo