Del como Tyler llegó a mi vida
Hay tanta variedad de razas, tamaños y características que debemos seleccionar aquel que más se adapte a nuestro estilo de vida y del ambiente y dedicación que le podamos dar. |
Creo que en los tiempos actuales, la tenencia de una mascota
conlleva en líneas generales “Compañía”, pero ¿por qué específicamente
perros? Digamos que para muchas personas, ellos brindan un cariño o
afecto totalmente incondicional y de alguna forma podría decir que es una
manera de ser bien correspondido.
En mi caso, pues creo que encajo muy bien en esa descripción del
por qué tener una mascota. La búsqueda insaciable de un afecto desinteresado,
espontáneo y sincero me llevó a considerar tener un perro. ¿Mis limitaciones?
Vivía solo, viajaba con cierta frecuencia y vivía en un apartamento. Sin
embargo esta idea me iba dando vueltas en mi cabeza desde hace un tiempo.
Mi querido MAX |
Todo comenzó cuando el perro de un amigo mío tuvo crías y me
preguntó si estaba interesado en tenerlo. Era un hermoso Golden Retriever que
respondía al nombre de Max, lo recibí de 3 meses aproximadamente. En realidad
no tuve mucho tiempo para pensarlo, fue como demasiado rápido todo y ya a los 6
meses me di cuenta que tu tamaño sería un problema para un apartamento pequeño
sin contar con los desastres cuando hacía sus necesidades y las comunes que un
cachorro aburrido en una casa sola puede llegar a hacer. Con el dolor de mi
alma, porque le tome mucho cariño, decidí llevarlo al interior de Venezuela
donde mis padres vivían a 4 horas aproximadamente de Caracas y donde contaban
con una casa y un patio que haría su vida más alegre que la que podía tener en
mi casa.
Varios años luego de esta decisión y luego de varios episodios
personales que me pasaron, la idea de tener una mascota se
fortaleció. Pero esta vez no quería cometer los mismos errores que
con Max, porque estaba decidido que si lo hacía sería un compromiso
total de mi parte. Es por esto que empecé a identificar qué razas eran las que
mejor se adaptaban a mi estilo de vida y es así como llego a los Schnauzer
Miniatura. Las características que más me gustaron de esta raza es que son
inteligentes, alegres, enérgicos y al ser una raza que no bota mucho pelo es
considerado hipoalergénico.
Mi chiquito recién llegado a casa |
Cuando las cosas del universo se alinean a tu favor todo se da
fortuitamente. Así es como un amigo me avisa que hay alguien que tiene un
Schnauzers miniatura cachorro disponible para mí y sin pensarlo dos veces lo
fui a buscar y desde ese entonces nos hemos hecho ¡¡¡INSEPARABLES!!!
Decidí buscarlo un viernes de manera de pasar todo
el fin de semana juntos y ambos poder adaptarnos el uno al otro.
Desde un principio estuve claro que tenía una gran
responsabilidad, y era ofrecerle un ambiente que le permitiera de alguna forma
compensar el haberlo separado de su madre y hermanitos. Muchos de mi estilo de
vida cambió, sin embargo su carita y la ternura al mil por ciento hizo de
alguna forma que ese cambio fuese menos impactante.
Lo primero que aprendí fue que tenía que tener mucho cuidado con la exposición de Tyler a la calle o a otros perros hasta no haber culminado su primer ciclo de vacunas, las cuales pueden variar de la raza y del ambiente donde se desenvuelva el cachorro; de igual forma es necesario desparasitarlo. Todo esto con el fin de garantizar un crecimiento sano y fuerte.
Las vacunas son imprescindibles para evitar que tu cachorro contraiga enfermedades como moquillo, parvovirus, hepatitis, leptospirosis, parainfluenza y la rabia. El ciclo de vacunas comienza entre seis y ocho semanas de vida, en la semana nueve se coloca la segunda y a las 12 semanas se coloca un refuerzo, es a partir de allí que Tyler estaba listo para salir a la calle y socializar con otros perros.
Y es así como una historia comienza, una historia que más que cambiarlo a él me cambio a mí... ¡Tyler!
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